
Investigadores del Servicio Nacional de Transfusiones, la Universidad de Edimburgo y Roslin Cells han recibido la licencia para usar células madre en el desarrollo de sangre que pudiera llegar a ser testada en personas.
La sangre sintética podría ayudar a acabar con la escasez de suministro y prevenir la transmisión de infecciones a causa de donaciones.
La licencia, otorgada por la MHRA (agencia reguladora de medicamentos del Reino Unido), posibilita la existencia de una planta de producción que trabaje en productos de terapia celular para humanos. Dicha planta estará situada en el Centro Escocés de Medicina Regenerativa (SCRM, por sus siglas en ingés), y su mayor objetivo será producir sangre que pueda ser utilizada en ensayos clínicos.
En caso de concluír con éxito, los ensayos en humanos serán el primer paso para establecer ensayos clínicos a mayor escala que podrían conducir al uso normalizado de sangre sintética.
El SCRM acoge a 230 investigadores en unas instalaciones de 54 millones de libras que forma parte del desarrollo Edinburgh BioQuarter en Little France.
Fuente: BBC News